En esencia, escribimos para comunicarnos, con otros o con nosotros mismos. Escribimos a diario mensajes de texto, correos electrónicos, notas de recordatorio, ideas, pensamientos, etcétera.
Incluso, podemos escribir como un modo de entendernos.
Sin embargo, también escribimos como forma de expresión, para transmitir conocimiento, para contar historias reales o ficticias.
En 1899, el escritor ruso Antón Chéjov le escribió una carta a su colega Máximo Gorki, desde Yalta (1), en la que decía:
“Uno no termina con la nariz rota por escribir mal; al contrario, escribimos porque nos hemos roto la nariz y no tenemos ningún lugar al que ir.”
Amé a Chéjov mucho más por el significado implicito en esa frase que por sus cuentos —y ya amaba sus cuentos. La metáfora de la nariz rota me quedó grabada y he meditado mucho sobre ella.
Pero voy un poco para atrás.
Comencé a escribir profesionalmente hace más de diez años. Publiqué mi primer libro de cuentos en el 2014. El segundo en el 2017. He escrito cuentos para antologías que fueron publicadas en los últimos tres años. Y estoy escribiendo cuentos para armar, al menos, un par de libros nuevos.
Conozco los mecanismos que implica la edición de un libro y sé que tomará un buen tiempo hasta poder compartir una nueva publicación.
Escribir, editar y publicar es un proceso largo y laborioso.
Entonces, regreso al principio. Vuelvo a preguntarme: ¿Por qué escribo?
Analizo la pregunta. Reflexiono y me digo:
Escribo porque para mí es una forma de expresión. Una que amo con las tripas. Escribo porque, parafraseando a Chéjov, me he roto la nariz y el único lugar que me refugia son los mundos que creo. Modelarlos. Hacer magia.
Sé que de alguna forma me repito, pero no es tan importante.
Lo importante es que, en esa autoreflexión, también descubro que escribo porque me gusta compartir los mundos que creo. Conocer si le dicen algo a otros. No es imperioso esperar a publicar un libro para eso. La existencia de plataformas virtuales como esta nos permite conectarnos directamente con quienes también disfrutan la creación escrita.
Sé que es como tirar una botella con un mensaje al mar, quién sabe si alguna vez alguien la encontrará. Pero, si no doy un primer paso nunca lo sabré.
Por eso, me doy el permiso de experimentar, de mostrar mi voz y decir, esta soy yo.
Esas son mis razones, me gustaría conocer las tuyas.
¿Por qué escribes?
Cuentame en los comentarios… (2)
(1) Esta cita fue extraida del libro Sin trama y sin final: 99 consejos para escritores (2005).
(2) Esta nota fue publicada originalmente en inglés, bajo el título «Why Do I Write» en mi cuenta de Medium.
🌼
Maumy G. 